Quizás te sientes llena de ideas, pero al mismo tiempo insegura de cuál seguir. O puede que hayas tomado decisiones “por instinto”, sin sentir paz, y al mirar atrás cuestionas si eras tú o Dios quien estaba liderando.

Como CEO del Reino, tu negocio no es solo un proyecto humano: es un llamado divino. Por eso, hoy quiero presentarte una clave que transformó mi perspectiva: tener un día CEO de negocios con Dios. No es espiritualismo vacío, sino estrategia del Reino. Está revelación puede cambiar la trallectoria de tu negocio para siempre.

¿Por qué necesitas esta reunión espiritual-estratégica?

• Porque muchas decisiones se toman desde el miedo, la prisa o las expectativas externas.

• Porque cuando Dios participa, tus pasos se alinean con tu identidad y llamado, no con esfuerzos humanos.

• Te da un ancla firme: no importa lo que suceda en el mercado, tu negocio sigue firme en la roca.

Cómo llevar a cabo un día CEO con Dios

1. Adoración + rendición
Antes de “planear”, alabas. Reconoces que Él es quien sostiene tu proyecto, no tú sola. Esto abre tu espíritu para escuchar.

2. Lectura — sabiduría — Palabra guiada
Traes pasajes, promesas o revelaciones bíblicas al frente, pidiéndole que hable desde lo eterno hacia tus planes terrestres.

3. Revisión del negocio con Él
Colocas tus objetivos actuales, metas, ofertas o campañas “sobre la mesa celestial”. Le preguntas:

• Señor, ¿este producto es para ahora? ¿Este precio se alinea con mi cliente ideal? ¿Esta estrategia proviene de ti o del ruido de las redes?

4. Escucha y journal (apuntes revelados)
Escribes las impresiones, frases, ideas o correcciones que percibas. No juzgues de inmediato. Lo que hoy es ligero puede ser semilla.

5. Pasos prácticos y seguimiento divino
Aquí conviertes lo revelado en acciones específicas: fechas, mini metas, tareas. Pero avanzas con flexibilidad: si Dios corrige, se recalcula.

Cómo aplicar este modelo a tu negocio como CEO del Reino

• Si estás pensando lanzar una oferta nueva, no lo haces solo con el entusiasmo del mercado: primero la presentas ante Dios.

• Si estás eligiendo nicho o segmento, pide claridad al Espíritu Santo antes de seguir modas o tendencias mundanas.

• En momentos de bloqueo o indecisión, ve a tu lugar secreto y convoca una reunión con el CEO,  en lugar de forzar soluciones humanas.

Cuidados y recomendaciones

• No esperes “una voz audible” en todos los casos; muchas confirmaciones vienen como paz, palabra interior o desbloqueo emocional.

• Que no quede en devoción suelta: lo que Dios revela debe tener paso terrestre (plan, fechas, revisión).

• Sé paciente con tu espíritu; algunas reuniones serán cortas, otras profundas.

• Mantén consistencia: reserva un momento semanal o mensual para esta reunión divina. 

  • Para mi son los Miercoles, ese día trato de no hacer nada de trabajo, solo buscar su rostro más profundamente, estudio más tiempo la Palabra, tengo un tiempo de silencio (10-15 minutos) y luego comienzo este tiempo especial con el CEO.

Conclusión

La invitación al cielo en tu negocio no es una “opción espiritual”, sino la estrategia más sabia que puedes aplicar. Como hija del Rey, no estás destinada a emprender a medias o dudando; estás llamada a reinar con claridad, autoridad y dominio.

Hoy te desafío: organiza tu primer “meeting con el CEO” para la proxima semana y establecelo como un no negociable en tu agenda. Verás cómo tu negocio y tus finanzas comienzan transformarse delante de tus ojos.

“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él hará prosperar tus obras .” Proverbios 3:5-6

Para reflexionar:

• ¿Esto significa que no debo usar mi inteligencia ni estrategia?
  No. Más bien la sabiduría divina obra junto con tu inteligencia. Dios ilumina, tú ejecutas con creatividad y responsabilidad.
• ¿Y si no “siento nada” durante la reunión?
  La confianza es clave. Si no percibes una revelación clara, mantén actitud expectante; a veces Dios revela en días posteriores mientras procesas.

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¡Gracias de antemano por ayudarme a extender este mensaje del Reino!